En la víspera del trueno y los que se nos adelantaron

Por: Marco Aurelio González Gama

Estamos a horas del “alumbramiento” y, en apariencia, aun no hay nada para nadie. Las horas pasan irremisiblemente y cada vez más nos acercamos más a la única verdad verdadera, lo que tendrá que suceder sucederá, ¿cuántos días, horas?, eso es lo de menos, nos encontramos en una cuenta regresiva que en cualquier momento se puede detener, mientras tanto no hay que comer ansias, no hay que angustiarse, hay que esperar el esperado alumbramiento desesperado, mientras mejor es conveniente hacer un recuento de aquellas personalidades que en este año que fenece se nos adelantaron en el camino.

Los más llamativos por su impacto mundial son los sucedidos en el mundo del espectáculo estadounidense y para ello empezaremos por Fred Thompson que murió apenas el 1 de noviembre pasado. A Thompson lo recordaremos en su papel del fiscal de distrito de New York Arthur Branch en la exitosa serie de televisión “La Ley y el Orden”, en donde representaba a un duro e intransigente abogado. Branch fue senador por el estado de Tennessee entre 1994 y 2003. El 7 de junio murió el legendario Christopher Lee, que últimamente cobró relevancia gracias a la saga de películas “El Señor de los Anillos” (“Lord of the Rings”), pero los que ya tenemos unos años encima lo recordamos más por terrorífico papel de “Drácula” que interpretó en varias ediciones de cine de terror en donde el célebre vampiro era el personaje central, así como Francisco Scaramanga en “El Hombre del Revólver de Oro” de James Bond. Recomendamos buscar algunas grabaciones musicales de Lee en YouTube, en las que resalta su espectacular voz y su impresionante figura de 1.96 mts. de estatura, ¡actorazo al que vamos a recordar siempre!

Por supuesto, en este recuento de algunos de los personajes más importantes que abandonaron la escena durante 2015 no podía faltar el “Rey del Blues”, B. B. King (Riley Ben King), que murió a los 89 años. Gran músico del cual recomendamos en especial el álbum que grabó al lado de Eric Clapton “Riding with the King”, que traducido al español quiere decir algo así como “cabalgando con el rey”, que es un compendio de buena música que reúne en un solo CD a excelente blues, rock y pop con algunos toques de música caribeña. Otro legendario actor que también nos dejó este fue el recordado Leonard Nimoy, el “Señor Spock” en la serie de televisión de los 60 y 70’s “Star Trek” (“Viaje a las Estrellas”). Nimoy falleció el 27 de febrero a los 83 años y me temo que siempre tendremos grabada en nuestra memoria al célebre personaje que representó caracterizado por su exótica, mitad humano, mitad extraterrestre, de orejas puntiagudas tipo duende.

En el campo de la creación de video juegos, falleció Satoru Iwata, el japonés creador del personaje Mario Bros de Nintendo. Iwata falleció a la edad 60 años el pasado 11 de julio. Un día antes había fallecido a la edad de 83 años el extraordinario y más famoso actor egipcio, Omar Shariff, muy recordado por su participación en grandes producciones como “El Doctor Zhivago” y “Lawrence de Arabia”. Cerramos este memorial con la muerte del actor británico Patrick MacNee, al que recordamos como el personaje que interpretó en la serie de la televisión inglesa “Los Vengadores” (“The Avengers”), en donde hacía pareja con la bella actriz también británica Diana Rigg. La serie se transmitió con bastante éxito en México entre finales de los 60 y principios de los 70’s, al lado de otras series británicas como “El Santo” (con Roger Moore en el papel de Simon Templar), “Los Campeones” y “Dos tipos audaces” (“The Persuaders”) con el propio Roger Moore y Tony Curtis.

Por supuesto no podemos dejar de mencionar a las celebridades nacionales que murieron en este año, empezaremos con María Elena Velazco, “La India María”; el ya legendario compositor y cantante Joan Sebastian, y nuestro vampiro por excelencia del cine mexicano, Germán Robles.

Todos ellos y ella, grandes actores y gente del escenario a quienes recordaremos siempre por su contribución al mundo del espectáculo.













A mi manera

Por: Marco Aurelio González Gama

Ni el más genial e imaginativo de los escritores de novelas pudo haber imaginado una vida como la que en la vida real tuvo Francis Albert Sinatra Garaventa, mejor conocido en el mundo entero simplemente como Frank Sinatra. Para empezar, para quien esto escribe, declaradamente melómano amateur –que no villamelón-, pero que algo sabe de música, sólo algo, Frank Sinatra es el más importante cantante de música popular del siglo XX por encima de quien se le quiera mencionar o contraponer.

Sí, es cierto, tampoco se puede negar que en el siglo pasado hubo grandes cantantes, sobretodo del llamado bel canto, desde Enrico Caruso, Mario Lanza, que lo empezamos a escuchar a muy temprana edad porque era el cantante favorito de un amigo de la infancia y que inusitadamente gustaba escuchar en aquellos ya lejanos años nuestro contemporáneo, hasta el inmenso Carlos Gardel, el “zorzal criollo”; Luciano Pavarotti, José Carreras, Plácido Domingo e inclusive Andrea Bocelli, y hay otros, más del género popular y que todavía están vigentes, dotados de una voz impresionante pero que jamás alcanzaron la estatura y notoriedad artística de Sinatra, entre ellos podríamos mencionar a Tom Jones, Engelbert Humperdinck y Lou Rawls, sin olvidar por supuesto a los ya desaparecidos Dean Martin,  su compañero de parrandas, el que de alguna manera fue su inspiración, es decir Bing Crosby y Elvis Presley, todos ellos grandes cantantes sin duda, pero ninguno, insisto, como “Blue Eyes”.

Y lo anterior viene a colación porque el pasado 12 de diciembre se cumplió el 100 aniversario del nacimiento del cantante, actor, productor y director (Hoboken, Nueva Jersey), al que también se le conocía como “La voz” y que llenó toda una época en la historia de la música a nivel mundial, con una vida intensa tanto en los escenarios musicales como en los sets de cine, con una calidad interpretativa como pocos cantantes han tenido, con una voz única por su calidad, sonoridad, categoría, estilo musical, clase, carisma, encanto, seducción, en fin, todas las virtudes a las que podría aspirar un artista completo se sintetizaron en Frank Sinatra.

En su larga carrera como cantante y artista en general filmó más de 50 películas, grabó más 1,300 canciones, ganó 10 premios Grammy, se casó 4 veces (Nancy Barvato, Mia Farrow, Ava Gardner y Barbara Marx) y tuvo un número indeterminado de amantes, hasta podría yo decir que las que quiso o es que podríamos creer que alguna mujer se pudo haber resistido a los encantos del cantante, al menos un servidor cree que no, pero no todo fue miel en la vida del cantante, también supo lo que era perder, pero todavía peor, lo que era perder el amor de una mujer ante el impacto seductor de un hombre como el matador de toros español Luis Miguel Dominguín, quien materialmente le bajó al “animal más bello”, Ava Gardner.

En este triángulo amoroso en el cual el gran derrotado fue finalmente Sinatra, se podría decir que se aplicó aquello de que “gandalla mata carita”, Sinatra era Sinatra, pero Luis Miguel Dominguín era el torero del momento y era, por lo tanto, la viva imagen del torero poderoso sobre los ruedos, dominante y dominador, dotado también de una fuerte personalidad a la que no se pudo resistir la Gardner que, ni tarda ni perezosa dejó al cantante en Norteamérica y se fue a España para vivir un tórrido y pasional romance con el papá del cantante Miguel Bosé.

Como quiera, la celebridad de Sinatra perduró por mucho tiempo, ya aún con una avanzada edad y después de una vida llena de excesos, “Blue Eyes” seguí conservando intacta su calidad interpretativa, a su potente y bien educada voz se la identificó con dos de las más grandes y emblemáticas canciones de todos los tiempos: “A mi manera” y “New York New York”. Frank fue en vida un personaje infaltable de muchas historias, cuasi leyendas, se le vinculó con la mafia y, por ende, su conexión con los más altos círculos del poder político de aquellos años, los 60’s, de los Estados Unidos.

Ya no está más con nosotros este enorme cantante, pero ahí ha quedado su música, su calidad y su clase interpretativa, nadie debería abstenerse de escuchar las mejores versiones remaxterizadas de algunas de sus más emblemáticas canciones, en lo particular no exceptuaría ninguna, pero sí recomendaría escucharlo interpretando Bossa Nova, la música de Antonio Carlos Jobim, es una delicia escuchar esa música una y otra vez y las veces que sea necesario.

 El mundo entero lo conocía como “Blue Eyes”, la “voz” o “Frankie Boy”

Elecciones en España.- Este domingo 20 habrá elecciones generales en España, se elegirán 558 de los 616 escaños que conforman las Cortes Generales, 350 del Congreso de los Diputados y 208 de elección directa del Senado, será la XI legislatura de las Cortes Generales desde que se reinstauró la democracia en España. Las elecciones fueron convocadas por el rey, a propuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y previa deliberación del Consejo de Ministros, está en juego la presidencia del gobierno, actualmente en manos del Partido Popular y de Mariano Rajoy. Van a ser unas elecciones muy disputadas, por primera vez se romperá el bipartidismo que imperó durante mucho tiempo, al lado del PP y del PSOE, han surgido otras dos fuerzas políticas que disputarán la preferencia de los electores con amplias posibilidades: la agrupación Podemos con Pablo Iglesias y Ciudadanos con el catalán Albert Rivera, el pronóstico es reservado.






2016, el año en que Playboy ya no fue más lo que fue

Por: Marco Aurelio González Gama

Confieso que durante mucho tiempo fui un aficionado irremediable a la popular revista del conejito, pero por increíble que parezca, esta afición no nació en esa etapa que cualquiera pensaría natural para este tipo de cosas, es decir, la etapa de la adolescencia –la de la comezón-, es decir, esa época en la vida de todos los seres humanos en la que los sentidos –unos más que otros- despiertan a lo desconocido y descubren algunos de los muchos secretos de la vida. No, mi afición por Playboy fue más tardía, a partir de los veinte y tantos años, y la seguí de manera religiosa durante mucho tiempo.

Por eso hoy que anunciaron que el número de la revista de enero-febrero del 2016, será el último en el que la célebre revista para adultos, Playboy, incluirá fotografías de desnudos femeninos en sus páginas centrales, esa noticia, tengo que reconocerlo, no hace más que generarme una sensación de nostalgia. A partir de la siguiente edición (marzo-abril), pondrá fin a esa característica que fue el sello principal de la ya mítica publicación fundada por Hugh Hefner en Chicago, Illinois hace ya 62 años.

Se antoja “contra natura” para una revista en la que, a lo largo de esos muchos años, los aficionados a la publicación admiramos la belleza de algunas de las mujeres más hermosas del mundo, desde Marilyn Monroe que apareció en su primera edición de diciembre de 1953, hasta la hermosa Barbi Benton, que fue esposa de Hugh, hasta Pamela Anderson, Kim Basinger, Drew Barrymoore, Charlize Theron, Pamela Anderson, Denisse Richards (ex mujer de Charlie Sheen), Madonna, Sharon Stone y Mariah Carey, por mencionar a algunas de las que me acuerdo –y para no solazarme-, que mostraron su espectacular anatomía a través de las páginas interiores de la archifamosa revista.

Pero por increíble que parezca, tal vez los desnudos femeninos no hayan sido el principal atractivo de la publicación para quien esto escribe, al menos en su edición norteamericana. Tiene muchos años que un Playboy no pasa por mis manos, pero la que nosotros conocimos en esos tiempos antes descritos, era una revista verdaderamente disfrutable por la calidad y cantidad de autores que plasmaban en ella su deslumbrante literatura. A través de Playboy leímos, descubrimos y nos deleitamos con la prosa, verdaderas lecciones de literatura, de las plumas de la talla de Gabriel García Márquez, Jack Kerouac, Norman Mailer, Tennessee Williams, Bernard Malamud, Isaac B. Singer, Jorge Luis Borges, Alberto Moravia, Vladimir Nabokov, Truman Capote, Haruki Murakami, Allen Ginsberg, Arthur Miller, Georges Simenon, Henry Miller y Ray Bradbury, sin dejar de mencionar a Ernest Hemingway, cuya hija Mariel, la muy bella e inocente Mariel –actriz de Manhathan de Woody Allen-, posó para la revista del inefable Hefner en su edición del mes de abril de 1982.

Mentiría si dijera que el atractivo visual de admirar desnudos de mujeres hermosas no era un atractivo irresistible de Playboy, pero la literatura, esa literatura siempre fantástica, deslumbrante e inteligente que descubrí en sus páginas es algo que me enriqueció en lo personal, amplió mis horizontes culturales y mi visión del mundo y cómo fue transformándose éste a través del tiempo. Aprendí mucho de esas lecturas, desde relatos fantásticos, cuentos, historias cortas, ensayos, chismes de celebridades, del bajo mundo, de la mafia, de política, geopolítica, reportajes, etc.

Quién sabe qué suerte le depare a Playboy a partir de esta nueva época en la que ya no habrá más desnudos femeninos, eran un imán de audiencia que no se puede discutir. Ya se verá, no hay que adelantarse, hay que esperar pacientemente para ver qué nuevas sorpresas trae para los amantes  de los magazines las nuevas ediciones de la revista del conejito el año nuevo. Hay que decir que la Playboy de estas últimas fechas ya de por sí no era lo que fue en aquellos dorados años de los ochenta y noventa, en esa época la revista vendía entre 4 y 5 millones de ejemplares de cada nueva edición, en los últimos años andaba sobre los 600 mil ejemplares por tirada.










Cuando el cambio climático nos alcanzó

Por: Marco Aurelio González Gama

Este no es el relato de Charles Dickens en su fantástica “Historia de dos ciudades”, cuyas protagonistas principales son, nada más y nada menos que las ciudades de París y Londres de finales del siglo XVIII. No, tenemos que reconocer que hay mucha distancia y diferencias ostensibles entre estas dos históricas capitales europeas y nuestras veracruzanas ciudades de Córdoba y Orizaba, definitivamente no hay punto de comparación, pero eso no obsta para celebrar el paso que las autoridades municipales de estas dos ciudades vecinas, ya de por sí hermanas, dieron apenas hace unos días para “hermanarlas” de manera oficial.

Y es que ya “desdenantes” del hermanamiento oficial de estas dos poblaciones veracruzanas ocurrido apenas el 24 de noviembre pasado, de por sí estas dos ciudades ya eran hermanas. Casi nacieron, se desarrollaron y crecieron juntas. Orizaba es la hermana mayor, según se sabe y cuenta la historia, fue fundada como un asentamiento totonaco allá por el 1051, en lo que se conocía como el valle del Ahuilizapan (“lugar de aguas alegres”), y Córdoba, muchos años después, en 1618, ya como un asentamiento colonial fundado según decreto real de Felipe III, rey de España, aunque es preciso mencionar que en la cabecera se han encontrado vestigios arqueológicos de una ciudad precolombina fundada por los olmecas rurales que incluye una explanada para el juego de pelota y más de 20 edificios, todo esto en la zona que se conoce como Toxpan, a unos cuantos metros del centro histórico de la ciudad. Hay datos de que esta ciudad fue fundada entre los 300 y 600 años de esta era.

Pero eso tal vez no sea lo más importante, estas dos ciudades vecinas que han estado unidas por su cercanía geográfica indisoluble de apenas 24.5 kilómetros, han crecido y se han desarrollado juntas, a pesar del cañón del Metlác y de una orografía harto accidentada, al fin y al cabo las dos ciudades son puntales de la región de las altas montañas en el centro de Veracruz, es decir, la zona en la que termina la zona costera y empieza la cumbre. Las dos, con características distintas, se han mirado y observado a través del tiempo como poblaciones gemelas de alguna manera, pujantes, con una vida y una actividad social y económica propia en donde la columna vertebral de todo son cultivos como la caña de azúcar, el café, el arroz, los cítricos, el chayote y hasta el tabaco en rama, y la agroindustria que deriva de ellos, fuente inagotable de riqueza.

Las dos, a la par de su población endémica, han acogido a una importante migración europea, desde los barcelonetes que fundaron las principales fábricas de hilados y tejidos al pie del pico de Orizaba, que después fueron el antecedente de los grandes almacenes de México como El puerto de Veracruz, las Fábricas de Francia, el Puerto de Liverpool, París Londres, etc. Los alemanes trajeron las tradicionales formas artesanales para fabricar cervezas pilsner y supieron aprovechar las abundantes aguas del deshielo del Citlaltépetl; asimismo, los “harbanos” que llegaron huyendo de la Siria y el Líbano otomanos, se asentaron en esta rica tierra buscándose mejores oportunidades de vida, así como los españoles, muchos españoles, no pocos italianos, algunas familias judías, jamaicanas (las que destilaron los primeros jugos de la caña para convertirlos en los afamados ron Batey y el Potrero) y hasta los japoneses que se decantaron por las farmacias, la odontología, las papelerías y las sederías.

Las dos están atravesadas por afluentes como los ríos Orizaba y San Antonio, afluentes del Río Blanco, que ya canalizados y saneados en su travesía citadina, los dos ya convertidos en magníficos paseos urbanos, cada uno con sus características únicas: en el caso del Orizaba, con sus puentes que evocan alguna población europea, en el caso del San Antonio, con una ribera rica en biodiversidad y naturaleza que la hacen ideal para las caminatas matutinas y la observación botánica y de aves.

Las dos ciudades cuya alimentación se basa como todas las poblaciones de México en la cultura del maíz, no le hacen feo a la cultura del trigo, los mejores bolillos, teleras, pambazos y hogazas se encuentran en sus panaderías, lo que hace que en ambas poblaciones se puedan degustar las mejores tortas de pierna de cerdo horneada y de jamón envinado de Veracruz. En la pluviosilla son famosas las tortas Mellado y Pavito, y en Córdoba, las del Borrego, las de Zanatta, las de Pedro y las de Martell, y en ambas se comen por igual suculentos chilatoles de elote tierno, consumidos como mandan los cánones, con epazote, unas gotas de limón y azúcar al gusto.

Para los noctámbulos, en una se comen las mejores garnachas y el mejor mondongo de panza en el tradicional Salomé y, en la otra, el mejor bistec de hígado encebollado y la más exquisita barbacoa enchilada de pollo. Una tiene su palacio de hierro construido por el mismísimo Gustave Eiffel y la otra los portales en donde se firmaron los tratados que dieron paso a la vida independiente de nuestro país; Orizaba cuenta con una calle peatonal que invita a caminar (Madero), en la otra se encuentra una de las mejores y más bellas plazas cívicas de todo el país, el parque “21 de mayo”.

Orizaba es más conservadora, lo que es una de sus principales fortalezas, que evoca a la cercana Puebla sobre todo por sus iglesias coloniales, únicas en todo Veracruz, ex conventos y casas consistoriales maravillosas. La otra es menos conservadora y un poco más liberal que evoca más la vida bullanguera del puerto de Veracruz, y en las dos se come muy bien y se está igual gracias a su clima benigno en casi todo el año. Acá entre nos, tanto a cordobeses como a orizabeños les encanta el chisme local por igual, que son una característica fundamental de su idiosincrasia.

Total, entre Orizaba y Córdoba y/o Córdoba y Orizaba hay muchas más cosas que las unen de las que las separan. Nada más por mencionar un dato, ahí van algunos nombres de sus hijas e hijos distinguidos: Ignacio de la Llave, Francisco de la Llave, Fernado Casas Alemán, Cándido Aguilar Vargas, Antonio M. Quirsco, Rafael Murillo Vidal, Dante A. Delgado Rannauro, Rafael Delgado, Carlos A. Carrillo, Emilio Carballido, Sara García, Francisco Gabilondo Soler, Héctor Lechuga, Jorge Labardini, Evita Muñoz “Chachita”; el fundador de la Universidad Veracruzana, Dr. Manuel Suárez Trujillo; Fernando Salmerón Roiz (rector de la Universidad Veracruzana, primer rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro del Colegio Nacional), Héctor Salmerón Roiz (rector de la Universidad Veracruzana), Lic. Fernando García Barna (rector de la Universidad Veracruzana, Dr. Carlos Casas Campillo (miembro del Colegio Nacional), Lic. Antonio Campillo Sánchez (rector de la Universidad Veracruzana), Rubén Bonifaz Nuño (escritor, poeta y miembro del Colegio Nacional), Jordi Soler, Emilio Gidi Villarreal y Víctor Adolfo Arredondo Álvarez, y los músicos jazzistas Juan José Calatayud y Edgar Dorantes.

Pero además, Leonardo y Adolfo Zeeavert Wiechers, cordobeses ambos de nacimiento, fueron los constructores de la Torre Latinoamericana y diseñadores del sistema hidráulico de cimentación del edificio, mismo que construyeron por encargo de otro cordobés, socio en aquellos años de la aseguradora La Latinoamericana, Antonio Aüais Milke.

Finalmente, no hay que olvidar que tanto Córdoba como Orizaba fungieron durante algún tiempo como capitales políticas del estado. La primera en 1916, durante la gubernatura del Dr. Mauro Loyo Sánchez, lugar en donde se expide la vigente Constitución Política del Estado y, la segunda, en 1874, durante el mandato del gobernador Apolinar Castillo.

Las dos poblaciones hoy hermanadas, son junto con Fortín de las Flores, la columna vertebral de un sistema regional de municipios, casi 50, que, juntos, constituyen una población de más de 1’200,000 habitantes, desde la sierra de Zongolica, pasando por Maltrata y Acultzingo, Huatusco y Coscomatepec, Yanga y Cuitláhuac, Amatlán de los Reyes y demás poblaciones circunvecinas integralmente comunicadas, así es que felicidades tanto a cordobeses como orizabeños, hoy hermanados oficialmente.